Siguen las olas de críticas contra la política migratoria inhumana del presidente estadounidense, Donald Trump, según la cual más de 2300 niños inmigrantes, de padres indocumentados, fueron separados de sus familias durante las últimas semanas en la frontera con México.
De esta forma, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) solicitó a Washington que implemente alternativas a la separación y detención de inmigrantes.
Aunque Trump firmó una orden ejecutiva que no separa a los niños de sus familias, sino que los detiene juntos, reunir a toda la familia supone un gran desafío ya que una vez detenidos en la frontera, niños y padres ingresan en dos sistemas diferentes y separados.
La ONU criticó la nueva decisión de Washington afirmando que no cambiará el hecho de que la detención nunca estará a favor de los niños.
El llanto y los gritos de los menores en los centros de detención se hicieron virales en las redes sociales y los medios de comunicación y conmocionaron al mundo. Esto originó protestas y actos de simpatía con las víctimas.
Washington, haciendo caso omiso a todo, ha pedido a su Ejército que se prepare para albergar a 20 000 niños inmigrantes en sus bases e instalaciones.
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