La aparente buena sintonía entre el presidente de EE.UU., Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, podría durar bien poco. Pocos días después de la histórica cumbre de Singapur, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) estadounidense alertó de supuesta actividad cibernética “maligna” proveniente de Corea del Norte.
El FBI (siglas de Buró Federal de Investigaciones, en inglés) está analizando el uso de lo que ha denominado como un programa informático similar a un troyano, que habría sido usado por el Gobierno de Corea del Norte y tendría como objetivo provocar daños en el sistema estadounidense.
“Se trata de un malware conocido como Typeframe”, indicó el equipo de Emergencias Cibernéticas del DHS, que ha señalado que el Gobierno “suele referirse a la actividad maligna de Corea del Norte como Hidden Cobra (‘cobra oculta’)”, según ha informado este viernes la cadena de noticias CNN.
Se trata de un malware conocido como Typeframe”, indicó el equipo de Emergencias Cibernéticas del Departamento de Seguridad Nacional en alusión a la detección de actividad ‘maligna’ procedente de Corea del Norte.
Según un informe del DHS, el objetivo de hacer pública esta información es permitir a informáticos y defensores de la red identificar y reducir la exposición del sistema a la actividad cibernética de Pyongyang.
No es la primera vez que el Gobierno estadounidense alerta a la opinión pública de la actividad de hackers norcoreanos, que habrían atacado miles de ordenadores a nivel mundial durante los últimos años.
En este sentido, un portavoz del Departamento de Seguridad asevera que desde junio de 2017 el DHS y el FBI han emitido once alertas cibernéticas a nivel nacional relacionadas con Corea del Norte.
Estados Unidos conoce desde hace mucho tiempo la destreza norcoreana en el ciberespacio. Se cree que los piratas informáticos del país asiático han estado detrás o participado en grandes ataques cibernéticos debilitantes, incluido el ataque de ransomware WannaCry, que infectó cientos de miles de computadoras en 2017, así como el hackeo de Sony Pictures Entertainment en 2014.
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