El sumergible furtivo de la clase Los Ángeles USS Tucson (SSN 770) llegó el sábado a la península coreana, con una tripulación de aproximadamente 150 personas, como parte de un despliegue regional, según informó el martes el Comando del Pacífico de EE.UU. (PACOM).
“La tripulación del Tucson opera con un alto estado de preparación y está siempre preparada para afrontar cualquier misión que se le presente”, aseguró el Comando que al mismo tiempo destacó la importancia de las relaciones Washington-Seúl.
Con más de 360 pies de largo, Tucson es uno de los submarinos más furtivos y avanzados del mundo. Es capaz de realizar una multitud de misiones, incluyendo la guerra anti-submarina, la guerra anti-superficie de los buques, el ataque, la vigilancia y el reconocimiento, según explicó la página oficial del Comando.
La tripulación del Tucson opera con un alto estado de preparación y está siempre preparada para afrontar cualquier misión que se le presente”, asegura el Comando del Pacífico de EE.UU. (PACOM).
Mientras tanto, el portaaviones estadounidense USS Ronald Reagan, con casi 80 aviones a bordo, y su grupo naval —crucero de misiles guiados y un submarino de propulsión nuclear— se dirigen a la península coreana para una potencial guerra con Corea del Norte.
La tensión agravada últimamente entre Corea del Norte y Estados Unidos se está acercando a niveles más alarmantes. La Casa Blanca dice que ya tiene preparada sus “opciones militares” contra Pyongyang, mientras Pyongyang amenaza a Estados Unidos con lanzar “una avalancha de ataques nucleares”, si Washington sigue sus actos provocativos.
Un informe publicado el miércoles por el centro estadounidense de vigilancia 38 North estimó que un supuesto ataque nuclear de Corea del Norte contra Seúl (capital de Corea del Sur) y Tokio (capital de Japón), en reacción a un posible ataque contra Pyongyang, dejaría unos 2,1 millones de muertos y 7,7 millones de heridos.
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