La enmienda tiene por objeto presionar a la Unión Europea, que está negociando un acuerdo comercial transatlántico con Estados Unidos, para que abandone la idea de una versión propia del BDS que sancionaría el comercio con los asentamientos (ilegales) israelíes.
“La enmienda tiene por objeto presionar a la Unión Europea, que está negociando un acuerdo comercial transatlántico con Estados Unidos, para que abandone la idea de una versión propia del BDS que sancionaría el comercio con los asentamientos (ilegales) israelíes”, explica el bloguero judío estadounidense Richard Silverstein.

El movimiento BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) contra el régimen israelí fue lanzado hace una década por militantes palestinos y existe en distintas versiones, más resueltas y tajantes o más blandas y permisivas con el régimen de ocupación de Palestina.
Su crecimiento en los últimos meses está motivando una reacción en distintos frentes de las redes de influencia sionista en Occidente, con campañas de difamación en los grandes medios de comunicación y también con medidas legales.
Disuadir acciones de motivación política que boicoteen, desinviertan o sancionen a Israel y perseguir la eliminación de las barreras no tarifarias políticamente motivadas a los bienes y servicios israelíes o a otro comercio que se imponga al estado (sic) de Israel.
En la semana entrante, el Congreso debatirá una propuesta de ley sobre los tratados comerciales estadounidenses denominada Autoridad de Promoción del Comercio (TPA en inglés), y el principal lobby israelí de Washington apoya la inclusión de enmiendas que impongan a los socios de los estadounidenses comerciar con el régimen israelí.
“Disuadir acciones de motivación política que boicoteen, desinviertan o sancionen a Israel y perseguir la eliminación de las barreras no tarifarias políticamente motivadas a los bienes y servicios israelíes o a otro comercio que se imponga al estado (sic) de Israel”, reza el texto de la enmienda.

Sin embargo, estima Silverstein, lo alarmante es que la enmienda no incluye sólo el comercio con los territorios ocupados en 1948, sino que también usa la expresión “territorios controlados por Israel” para imponer a los socios de EE.UU. el comercio con los asentamientos ilegales en los territorios ocupados desde 1967.
La enmienda supone así un intento de usar la ley estadounidense para dar una supuesta legitimidad al control israelí sobre territorios que por el momento incluso los aliados del régimen de Tel Aviv consideran palestinos.
Hasta ahora, señaló el viernes la página estadounidense Politico, AIPAC había evitado adoptar una postura oficial sobre los asentamientos ilegales, a los que el propio Ejecutivo de Washington tiende a oponerse.
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