Estados Unidos reemplaza a Barack Obama en la Casa Blanca. Quien se convierta en mandatario: la candidata demócrata Hillary Clinton o el republicano Donald Trump deberá afrontar un Oriente Medio embarrado en conflictos, una tensión con Rusia sin precedentes en las últimas décadas y una China que se vuelve cada día más fuerte económicamente.
La receta del candidato republicano para la crisis en el Oriente Medio es más soldados estadounidenses y más intervención militar para erradicar el terrorismo. Pero, Trump, al mismo tiempo, quiere un giro en la política estadounidense: cooperar con el presidente sirio, Bashar al-Asad, y con Rusia.
La candidata demócrata pretende, al contrario, continuar las políticas del presidente Barack Obama pero con más músculo.
Clinton no quiere enviar más soldados al Oriente Medio. En vez de ello, pretende armar a los grupos armados, como los kurdos, con el fin de que ellos hagan el trabajo sobre el terreno.
Por otra parte quiere continuar los bombardeos en Irak y Siria pero también, busca medidas como una zona de exclusión aérea en Siria, incluso si eso puede llegar a provocar a Rusia.
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