• El líder de la mayoría republicana del Senado de EE.UU., Mitch McConnell
Publicada: lunes, 6 de abril de 2015 23:41
Actualizada: martes, 7 de abril de 2015 2:07

El líder de la mayoría republicana del Senado de EE.UU., Mitch McConnell, ha expresado su desacuerdo con el pacto marco logrado entre Irán y el G5+1 sobre el programa nuclear pacífico iraní y ha asegurado que será sometido a votación en esta cámara parlamentaria.

Los republicanos hablan de la ley Corker-Menendez en un momento en que la Administración de Obama se opone a esa iniciativa, estimando que el compromiso del Ejecutivo es suficiente y que la intervención del Congreso podría crear discordias y deslegitimar la autoridad presidencial en cuanto a decisiones de política exterior.

“La administración debe explicar al Congreso y a los estadounidenses porqué un acuerdo preliminar culmina en una reducción de la presión contra Irán”, ha exigido el senador del estado de Kentucky, en un comunicado.

El líder de la Cámara alta también ha insistido en que, tal como lo prometió, hará todo lo posible para examinar la llamada ley Corker-Menendez en el Congreso en un futuro cercano.

Esta iniciativa obligaría al presidente de EE.UU., Barack Obama, a llevar cualquier acuerdo integral sobre el programa nuclear iraní al Congreso para su respectivo examen.

Las autoridades iraníes hacen hincapié en que la energía nuclear es un derecho inalienable de todos los Estados parte del Tratado de No Proliferación (TNP) y, por tanto, pueden desarrollar un programa en este sector para usos con fines exclusivamente pacíficos.

McConnell, asimismo, ha asegurado que la votación del Acta de Revisión del Acuerdo Nuclear iraní de 2015 en la comisión de relaciones exteriores del Senado seguirá adelante como estaba previsto por el 14 de abril.

Los republicanos hablan de la ley Corker-Menendez en un momento en que la Administración de Obama se opone a esa iniciativa, estimando que el compromiso del Ejecutivo es suficiente y que la intervención del Congreso podría crear discordias y deslegitimar la autoridad presidencial en cuanto a decisiones de política exterior.

“Si la intervención del Congreso no se basa en análisis de los expertos y tampoco ofrece ninguna alternativa razonable, EE.UU. será criticado por el fracaso de la diplomacia”, ha advertido el mandatario estadounidense.

McConnell, en su comunicado alega que en detrimento de la seguridad internacional, la Casa Blanca siempre ha rechazado una parte de los intereses nacionales en los diálogos de Irán y el G5+1(EE.UU., El Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).

Al contrario, las autoridades iraníes hacen hincapié en que la energía nuclear es un derecho inalienable de todos los Estados parte del Tratado de No Proliferación (TNP) y, por tanto, pueden desarrollar un programa en este sector para usos con fines exclusivamente pacíficos.

Varios representantes del Partido Republicano, sin embargo, han censurado el principio de acuerdo nuclear, diciendo que la supresión de las restricciones impuestas a Irán provocaría que el régimen israelí se lanzase a un conflicto bélico contra Teherán.

El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, Bob Corker.

Al respecto, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, Bob Corker, reiteró el domingo que los representantes republicanos estén intentando torpedear los diálogos nucleares entre Teherán y el Sexteto.

El pasado jueves, Irán y el Sexteto, tras un año y medio de diálogos e intensas jornadas de conversaciones, dieron a conocer un principio de acuerdo nuclear que garantiza a Irán todos sus derechos nucleares y revoca  las sanciones adoptadas en su contra.

Irán y el Sexteto se han marcado como plazo final para alcanzar un acuerdo integral la fecha del 30 de junio.

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