• Varias bombas antibúnker BLU-109, de producción estadounidense.
Publicada: miércoles, 2 de marzo de 2016 8:19

El Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) autorizó el martes la venta de bombas antibúnker a Turquía, las mismas que Ankara pretende usar en sus ofensivas contra los kurdos.

La venta aprobada, de un valor de cerca de 700 millones de dólares, incluye un número no especificado de bombas antibúnker BLU-109, producidas por las empresas militares Ellwood National Forge y General Dynamics Ordnance and Tactical Systems.

El BLU-109, debido a su peso, solamente puede ser transportado y lanzado mediante algunos aviones de guerra como los F-16 Fighting Falcon de las que la Fuerza Aérea de Turquía tiene más de 220.

La venta de las mencionadas bombas antibúnker a Turquía fue elogiada por parte de los oficiales turcos quienes indicaron que las usarán durante sus enfrentamientos con los kurdos tanto en Irak como en Siria.

El acuerdo [de la venta] se ha concretado al mismo tiempo que nosotros estamos en medio de guerra asimétrica y necesitamos bombas inteligentes”, dijo un oficial turco a la revista estadounidense Defense News.

Uno de los integrantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo).

 

“El acuerdo [de la venta] se ha concretado al mismo tiempo que nosotros estamos en medio de guerra asimétrica y necesitamos bombas inteligentes”, dijo un oficial turco a la revista estadounidense Defense News.

En los últimos meses se han aumentado de manera significativa los enfrentamientos entre el Gobierno de Turquía y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo) a raíz de un atentado suicida (cuya autoría los kurdos atribuyen a Ankara), que tuvo lugar el pasado 20 de julio durante un mitin de activistas kurdos en la ciudad turca de Suruç, cerca de Siria, con un saldo de 32 muertos y centenares de heridos.

Este hecho dio fin a los diálogos de paz iniciados en 2012 que buscaban encontrar una solución pacífica al conflicto que ha cobrado la vida de más de 45.000 personas desde 1984 y ha convertido a partes del sureste de Turquía en zonas de guerra.

Los ataques de Ankara a los combatientes kurdos, que luchan contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), ha levantado las sospechas de algunos funcionarios y expertos en que Turquía, en realidad, busca prestar apoyo a Daesh mediante sus ataque a las posiciones de los PKK.

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