La exagente Rebecca Sotherland, declarada inocente sin cargos por un jurado federal la semana pasada en el estado del centro oeste estadounidense, se enfrentaba a tres cargos por un incidente ocurrido en 2014. Entre ellos, privación de derechos constitucionales, ataque con arma peligrosa y obstrucción de una investigación federal rellenando un informe falso, ha informado este viernes el portal ruso Sputnik.
La víctima, Jeffrey Eagle, estaba borracha y tendida en el suelo según los informes, por lo que no respondía al dispararle taser una y otra vez Sotherland, tal y como se ve en un vídeo tomado por un testigo. Cada shock de taser emite 50 mil voltios de electricidad a los tejidos corporales.
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