En el marco del Paro Nacional, miles de campesinos empezaron a llegar a Quito, la capital, en apoyo al movimiento convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), contra la gestión económica del presidente Guillermo Lasso.
La Conaie, a su vez, denunció la fuerte represión policial con al menos un muerto. Expresó que no se puede adoptar la fuerza bélica como un mecanismo de represión y recalcó que siguen abiertos al diálogo para llegar a una decisión constructiva.
Por otro lado, la dura represión de las fuerzas policiales dejó al menos un muerto y decenas de heridos. El Gobierno advirtió del riesgo para la democracia, pero ignora las demandas de los manifestantes y sigue acusándolos de generar el caos.
A las protestas en todo el país andino se han sumado en los últimos días docentes, sindicalistas y estudiantes, entre otros grupos, para rechazar las políticas neoliberales del Ejecutivo que, según ellos, no han tenido otro resultado que la profundización de la pobreza.
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