• El Gobierno iraní suprimió la cuota de 60 litros de carburante subvencionado para los conductores, a fin de luchar contra el déficit presupuestario y el contrabando de combustible.
Publicada: lunes, 25 de mayo de 2015 13:00
Actualizada: lunes, 25 de mayo de 2015 15:51

El Gobierno iraní ha suprimido la cuota de 60 litros de carburante subvencionado para los autos privados, unificando de esa forma el precio de la nafta y del gasóleo.

A partir del martes, el precio de un litro de gasolina regular será de 10.000 riales (alrededor de 30 centavos de dólar), ha informado este lunes la prensa del país persa.

El suministro de gasolina subsidiada tenía irregularidades, y ha dado lugar a un mal uso por parte de ciertos de individuos", afirma el jefe del Instituto de Propietarios de Estaciones de Combustible.

El litro de súper costará unos 12.000 riales (36 centavos de dólar) y el de gasóleo 3000 riales (nueve centavos de dólar).

El Gobierno ha decidido suprimir la cuota de 60 litros de gasolina subvencionada a 7000 riales que recibían hasta ahora los conductores.

A pesar del aumento del precio del carburante, está muy por debajo del vigente en países vecinos, lo que estimula el contrabando.

El precio del carburante en Irán está muy por debajo del vigente en la región.

 

"El suministro de gasolina subsidiada tenía irregularidades, y ha dado lugar a un mal uso por parte de ciertos de individuos", ha afirmado al respecto el jefe del Instituto de Propietarios de Estaciones de Combustible, Naser Raisi Fard, a la agencia iraní IRNA.

Ha agregado que la gasolina subsidiada había dado lugar a un contrabando cuyo volumen considerable de gasolina tenía como destino mensualmente a los vecinos de Irán.

Por otra parte, ese aumento permite luchar contra el déficit presupuestario que se ha provocado tras el plan de subsidios y un sistema de compensación, mediante el cual el Gobierno otorga una ayuda directa al mes de unos 16 dólares a cada ciudadano.

Sin embargo, el Gobierno decidió suprimir esa ayuda a los ciudadanos con altos ingresos, lo que en caso de aplicarse significaría que, al menos, seis de los 78 millones de iraníes dejarán de recibir esa suma.

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