“El régimen sionista quedó desconcertado durante la guerra de 12 días y, de haber continuado los ataques con misiles por parte de las Fuerzas Armadas iraníes con la misma intensidad, hoy no quedaría nada de ese régimen”, sostuvo el domingo el portavoz del Cuerpo de Guardianes de Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el general de brigada Ali Mohamad Naini.
El vocero militar minimizó la retórica bélica del ministro israelí de asuntos militares, Israel Katz, quien amenazó la misma jornada con renovar los ataques contra Irán y asesinar al Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei.
Conforme al general Naini, estas declaraciones son una “propaganda vacía” y forman parte de “una guerra psicológica”; sin embargo, aseguró que “las Fuerzas Armadas de la República Islámica de Irán no han descuidado ni por un momento el fortalecimiento de su preparación defensiva”.
“El enemigo intenta alterar la seguridad psicológica de la sociedad creando un ambiente de ansiedad, pero ha probado tanto el poder duro como el blando de Irán”, matizó.
El portavoz del CGRI explicó que el poder duro del país se manifestó en “capacidades ofensivas y defensivas que desbarataron todos los cálculos del enemigo” durante la guerra de 12 días; y el poder blando del país “se basó en el liderazgo sabio, la fe religiosa del pueblo y la unidad nacional, que neutralizaron los complots del adversario”.
El conflicto de 12 días estalló el 13 de junio cuando Israel lanzó una flagrante agresión no provocada contra Irán. Más de una semana después, Estados Unidos se sumó al conflicto, bombardeando tres instalaciones nucleares iraníes, en un supuesto intento de impedir el desarrollo del programa nuclear pacífico iraní.
En respuesta, las Fuerzas Armadas de Irán atacaron sitios estratégicos en los territorios ocupados en el marco de la operación sin precedentes ‘Verdadera Promesa III’, así como la base aérea de Al-Udeid en Catar, la mayor base militar estadounidense en Asia Occidental.
El 24 de junio, Irán, mediante sus exitosas operaciones de represalia contra el régimen israelí y Estados Unidos, logró detener el asalto ilegal, imponiendo un alto el fuego a los agresores.
Según confirman medios israelíes y occidentales, los ataques de represalia de Irán dañaron enormemente instalaciones militares e industriales de Israel y destruyeron la disuasión militar del régimen.
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