A dichos juegos militares, que se prologarán hasta el viernes próximo, asisten como observadores enviados de los ejércitos de Azerbaiyán, La India, Kazajistán, Omán, Pakistán y Sudáfrica.
“La parte práctica del ejercicio tendrá lugar en aguas del mar Arábigo, concretamente en el golfo de Omán”, detalló el lunes el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado, en el cual indicó que estas maniobras buscan “garantizar la seguridad de las actividades económicas marítimas”.
Además, medios iraníes han especificado que el objetivo de los ejercicios en curso es “fortalecer la seguridad regional, promover la cooperación colectiva y mostrar capacidades para dar un apoyo concertado a la paz mundial y la seguridad marítima”.
La Armada iraní participa en los ejercicios con varios helicópteros y embarcaciones de diversos tamaños.
Mientras que dos barcos de la Flota del Pacífico, el crucero de misiles guiados Varyag de clase Slava y la fragata Marshal Shaposhnikov de clase Udaloy, componen el contingente ruso.
Por su parte, China ha enviado al destructor de misiles guiados Urumqi, la fragata de misiles guiados Linyi y el barco de suministros Dongpinghu.
Los ejercicios tripartitos se desarrollan en un espacio cercano a la entrada al Golfo Pérsico, una vía estratégica por donde pasa gran parte de los envíos de petróleo del mundo. Al otro lado de la península Arábiga, frente a las costas de Yemen, Estados Unidos y sus aliados han desplegado múltiples buques de guerra en un esfuerzo por impedir que el ejército yemení intercepte el comercio marítimo relacionado con el régimen de Israel.
La medida de Washington y Londres no solo ha salido abrupta en contener las operaciones yemeníes, sino que ha llevado a Saná a incluir a buques mercantes y de guerra británicos y estadounidenses en su lista de objetivos.
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