• El coordinador adjunto del Ejército iraní, el contralmirante Habibolá Sayari.
Publicada: sábado, 15 de febrero de 2020 11:13
Actualizada: sábado, 15 de febrero de 2020 21:26

Un mando militar persa enfatiza que la República Islámica de Irán no constituye amenaza alguna para otros países y no tiene la intención de agredir a nadie.

“No tenemos y no tendremos la intención de invadir a ningún país, no somos una amenaza para otros países. Hoy, nuestro poder militar está en auge, pero ese poder es para la seguridad de la nación, no una amenaza para otras naciones”, ha dicho este sábado el coordinador adjunto del Ejército iraní, el contralmirante Habibolá Sayari.

También se ha referido a las recientes afirmaciones del Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, que el pasado 8 de febrero insistió en ser fuerte para poner fin a amenazas enemigas.

A este respecto, el contralmirante Sayari ha enfatizado que resulta imprescindible ser tan fuerte en todos los ámbitos para que los enemigos no se atrevan a acercarse y agredir al país persa y sus intereses.

Al mismo tiempo, ha puesto énfasis en que la doctrina de la República Islámica se basa en la defensa y la disuasión. “Para lograr la disuasión, primero necesitamos ‘recursos humanos’ calificados”, ha agregado.

 

El alto mando militar persa asimismo ha señalado que, pese a todas las presiones que los enemigos ejercen contra la República Islámica, en el segundo paso de la Revolución Islámica (1979), seguramente Irán experimentará más progreso.

El ministro de Defensa de Irán, el general de brigada Amir Hatami, aseveró el martes que el sector de la defensa y disuasión de la República Islámica puede proveer cualquier tipo de equipos militares, gracias a su capacidad científica, así como defender la soberanía nacional del país.

Tras la victoria de la Revolución Islámica y a pesar de las duras sanciones contra Irán, los expertos y técnicos militares iraníes han dado pasos gigantes en la fabricación de una amplia gama de equipos de calidad, algo que, según varios analistas, simboliza el fracaso de las presiones y supone un mensaje muy claro al imperialismo mundial.

Además, Teherán ha subrayado, en múltiples ocasiones, que sus tropas están listas para dar una “respuesta contundente, en un tiempo récord”, a cualquier agresión en su contra.

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