La supuesta decisión del Departamento del Tesoro de EE.UU. de preparar un nuevo paquete de sanciones contra el país persa por su programa defensivo ha suscitado gran indignación en Irán.
El viernes, el vicepresidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento iraní, Mansur Haqiqatpur, subrayó que Teherán rechaza cualquier limitación en su programa defensivo, ya que nunca ha buscado fabricar ni almacenar armas de destrucción masiva.
Mohamad Esmail Kosari, otro miembro de esa Comisión de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), dijo que su país jamás renunciará a su derecho básico de fortalecer su poder defensivo y su programa de misiles.
Para Vahid Ahmadi, también miembro de esta instancia legislativa, el programa de misiles de Irán está relacionado directamente con la seguridad nacional y eso es un asunto “innegociable”.
Según Abás Ali Mansuri Arani, quien integra la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento, la petición de Washington de reducir la capacidad defensiva de Irán no es más que una exigencia abusiva.
Mansuri Arani aseguró que la posible aprobación de nuevas sanciones por parte de EE.UU. constituye una clara violación del reciente acuerdo nuclear alcanzado entre Irán y el Grupo 5+1, y una prueba de la falta de buena fe de Washington en la implementación del pacto.
En respuesta a la amenaza de Washington, el presidente iraní, Hasan Rohani, ordenó el jueves al Ministerio de Defensa ampliar su programa de misiles.
Las autoridades estadounidenses alegan que estas sanciones responden a los amplios avances registrados por Irán en el sector de la defensa y, como ejemplo, mencionan la exitosa prueba del misil balístico de largo alcance ‘Emad’ el pasado mes de octubre.
No obstante, las autoridades iraníes, en reiteradas ocasiones, han asegurado que la capacidad defensiva de Irán no solo no constituye una amenaza para otros Estados, sino que es un medio para preservar la soberanía, la independencia y la integridad territorial del país.
Ante la indignación y las protestas de Teherán, el diario estadounidense The Wall Street Journal citó el jueves a funcionarios estadounidenses que afirmaron que la Casa Blanca ha suspendido la imposición de nuevas sanciones financieras contra Irán, pero aseguraron que los embargos “siguen sobre la mesa”.
De ser aprobadas las referidas sanciones, serían las primeras tras el logro del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) alcanzado el 14 de julio entre Irán y el G5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), sobre el programa nuclear iraní.
Desde el inicio de los diálogos nucleares Irán-Sexteto, las autoridades iraníes afirmaron que el programa de los misiles de Irán es un tema “innegociable”.
En el marco del JCPOA, las sanciones financieras, económicas y petroleras, entre otras, impuestas contra el país persa en el sector de la energía nuclear, tienen que ser levantadas por la contraparte.
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