En su discurso ante la ‘III Cumbre Social de los Pueblos de América Latina y el Caribe’ ofrecido el sábado en Santa Marta (norte de Colombia al lado del mar Caribe), el presidente colombiano, Gustavo Petro, destacó que “me opongo a ese mentiroso [presidente estadounidense, Donald] Trump y a su amigo, el mentiroso [secretario de Estado Marco] Rubio. Lo que están matando no son narcotraficantes”.
Petro hizo estas declaraciones después de que un pescador colombiano, identificado como Alejandro Carranz, muriera en un ataque con misiles atribuido a operaciones de estadounidenses contra embarcaciones presuntamente relacionadas con el narcotráfico en el Caribe.
El mandatario colombiano detalló que Carranza no era más que “un pescador pobre”, padre de dos hijos, que perdió la vida junto a sus compañeros cuando un misil cayó sobre su barco. “Hubiera sido pez lo que llevaba o cocaína, él no tenía pena de muerte y no tenían por qué haberlo asesinado”, apostilló.
Al hacer alusión al apoyo de EE.UU. a Israel en su campaña genocida en Gaza, donde más de 68 000 palestinos han perdido la vida durante los últimos dos años, Petro resaltó que “prefieren lanzar cientos de misiles, miles sobre los niños de un pueblo pobre, para mostrar al resto de los pueblos que también son pobres que eso también les pasará a sus hijos”. Estas acciones constituyen como “una demostración del poder bárbaro”, agregó.
El dirigente colombiano aseveró que algunos narcotraficantes, mediante sus políticos, acudieron a oficinas en Miami para hablar con senadores estadounidenses con el objetivo de presionar a Bogotá y tratar de destituir al presidente elegido por voto popular, buscando humillar al país. “Colombia no se deja humillar porque esta es también la patria del libertador Bolívar”, recalcó.
Algunos narcotraficantes “han ido a través de sus políticos a las oficinas en Miami a hablar con los senadores del señor Rubio, a pedir que aquí también bombardeen, a pedir que aquí también saquen al presidente de la República, elegido por voto popular, a tratar de humillarnos”, declaró.
EE.UU. ha mantenido un despliegue militar en el mar Caribe durante semanas, justificando sus ataques bajo la lucha contra las drogas. Sin embargo, no se han presentado pruebas de que las embarcaciones atacadas transportaran sustancias ilegales.
Los bombardeos han sido criticados por gobiernos de Colombia, México y Brasil, así como por expertos de Naciones Unidas, que los califican de “ejecuciones sumarias” contrarias al derecho internacional.
msr/ctl/tqi
