Irán, con su experiencia de más de un siglo en la producción de vacunas, inició el martes la primera fase de la inyección en humanos del primer fármaco que busca inmunizar a la población contra el nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
La primera versión iraní de vacuna contra la COVID-19, llamada COVIRAN Barekat, es desarrollada por la compañía Shifa Pharmed, parte del conglomerado farmacéutico estatal Barekat.
En la primera jornada del ensayo, tres voluntarios, incluida la hija del fabricante, fueron inoculados. Otros dos voluntarios son de los directores de la Orden Ejecutiva del Imam Jomeini (EIKO, por sus siglas en inglés), organismo que supervisa el desarrollo de la vacuna.
Hasta ahora un total de 65 000 personas se han registrado para participar como voluntarios en la primera fase de inyección en humanos, pero según han anunciado los autores del experimento solo se necesita 56 personas para esta etapa, que incluye dos inyecciones en un plazo de dos semanas, según ha declarado Hamed Hoseini, director del experimento.
Los resultados serán divulgados aproximadamente un mes después de la segunda inyección y en caso de que los ensayos tengan éxitos el país tendrá la capacidad de producir cerca de 1,5 millones de dosis al mes, la cifra que ascenderá hasta los doce millones de dosis mensuales durante el próximo semestre, según los responsables del proyecto.
El fármaco, que ha recibido la licencia del Ministerio iraní de Salud, es parecida a una de las más destacadas versiones chinas que se llama CoronaVac, fabricada por la compañía biofarmacéutica Sinovac.
¿Cómo funciona la primera vacuna iraní contra el coronavirus?
COVIRAN Barekat es una vacuna inactivada, que funciona mediante el uso de partículas virales muertas para exponer al sistema inmunológico al nuevo coronavirus, sin causar alguna enfermedad grave.
La primera versión iraní de la vacuna contra el coronavirus cumple los requisitos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y es registrada por el organismo entre las 172 vacunas en desarrollo preclínico, y estará entre las 60 en desarrollo clínico si transcurre con éxito la primera fase de ensayo en humanos.
COVIRAN Barekat, sin embargo, no es la única vacuna desarrollada por los expertos iraníes, hay otras cuatro que están registradas por la OMS y están pasando las fases de ensayos en animales.
Una de las versiones iraníes de vacuna usa el método ARN, como las vacunas contra el coronavirus desarrolladas por Estados Unidos Pfizer y Moderna o la alemana BioNtech. Esas vacunas génicas buscan que el propio organismo produzca una proteína del virus sin necesidad de inyectarlo.
El avance en la producción de la vacuna iraní se produce mientras el país persa sufre presiones y sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, que han dificultado la lucha que está llevando a cabo Teherán contra el nuevo coronavirus.
Si bien EE.UU. afirma que los alimentos y los medicamentos están exentos de sanciones, los bancos internacionales tienden a rechazar las transacciones que involucran a Irán y eso reducirá los canales que Irán emplea para importar productos para la acción humanitaria, como comida y medicinas.
Las autoridades iraníes consideran los embargos un “terrorismo económico” y un acto de genocidio por afectar al pueblo, sobre todo en medio de la pandemia de la COVID-19, pero aseguran que las presiones nunca podrán doblegar a la nación persa.
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