Científicos, liderados por la Universidad Johns Hopkins (EE,UU.), tras un seguimiento de la estrella —aproximadamente del tamaño del Sol-- lograron las inéditas tomas y detectar que se estaba desplazando de su camino habitual y se deslizaba con la fuerza gravitacional de un agujero negro supermasivo que la aspiraba, según informa Science Daily.
"Estos eventos son extremadamente raros. Es la primera vez que lo vemos entero, desde la destrucción estelar hasta el lanzamiento de una salida cónica, también llamada chorro. Además, vimos que se desarrolla durante varios meses", ha explicado uno de los autores del hallazgo, Sjoert van Velzen.
Los agujeros negros son áreas del espacio tan denso que la fuerza gravitacional detiene la fuga de la materia, del gas e incluso de la luz, haciéndolos invisibles y creando el efecto de vacío en el tejido del espacio.
Los astrofísicos habían predicho que cuando un agujero negro es alimentado, la fuerza de una gran cantidad de gas, en este caso del de toda una estrella, expulsa un rápido chorro de plasma por su borde o 'horizonte de sucesos'.
Este estudio ha determinado que esta predicción, hasta ahora teórica, es correcta. "Los esfuerzos previos para encontrar evidencias de estos chorros llegaban siempre tarde", ha señalado van Velzen, quien dirigió el análisis y coordinó los esfuerzos de otros 13 científicos de EE.UU., los Países Bajos, el Reino Unido y Australia.
Se cree que los agujeros negros supermasivos existen en el centro de la mayoría de las galaxias masivas.
Este en particular se encuentra en el extremo más ligero del espectro de estos objetos, ya que es tan sólo un millón de veces la masa del sol. Pero aún así, los expertos destacan que su fuerza es la suficiente como para engullir una estrella.
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