Los autores del estudio, científicos de la Universidad de Harvard (EE.UU.), afirman que las dos estrellas formaban un sistema binario en el que orbitaban entre sí.
Esto, a su vez, podría explicar la extraña estructura de la nube de Oort, una esfera de miles de millones de escombros rocosos y fríos, ubicada cerca de Neptuno, al borde del sistema solar, mil veces más lejos de la Tierra que el Sol.
Según los expertos, dicha nube de escombros apareció durante la formación del sistema solar. No obstante, de acuerdo con la nueva hipótesis, fue la potente atracción gravitacional de dos soles lo que capturó los objetos.
El hallazgo también podría contribuir a comprender mejor cómo se podría haber formado el enigmático Planeta Nueve, un hipotético objeto helado de gran tamaño que podría haber existido del sistema solar exterior. La gravedad del sistema de dos soles habría capturado una gran cantidad de planetas enanos, entre ellos, el noveno.
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