El portavoz del Ministerio de Defensa de China, Zhang Xiaogang, ha expresado este viernes que “China se opone firmemente a esta última venta” de armas a Taiwán aprobada en EE.UU. y “ha presentado una queja solemne ante la representación de Estados Unidos en el país” al respecto.
“La venta de armas por parte de Estados Unidos a la región de Taiwán es una burda interferencia en los asuntos internos de China y un acto atroz que viola gravemente el principio de una sola China”, ha indicado.
Zhang ha aseverado que dicha venta representa una amenaza para la seguridad y el bienestar de los ciudadanos taiwaneses y representa un riesgo para la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán.
La cuestión de Taiwán está en el centro de los intereses fundamentales de China, la base política de las relaciones entre China y Estados Unidos y la primera línea roja en las relaciones China-Estados Unidos que no se puede cruzar, destacó.
El portavoz chino afirmó que China insta a Estados Unidos a cumplir prácticamente su compromiso de no apoyar la “independencia de Taiwán”, dejar de armar inmediatamente a Taiwán y dejar de elevar los vínculos militares con la isla.
“El intento de contener a China a través de Taiwán está condenado al fracaso, y el camino de buscar la independencia por medios militares es un callejón sin salida”, ha aclarado.
Zhang ha advertido que el Ejército de China siempre está muy vigilante y que Pekín “tomará medidas decididas y poderosas para salvaguardar su soberanía nacional e integridad territorial” mientras se esfuerza por mantener la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán.
Estados Unidos aprobó el miércoles una posible venta de armas a Taiwán por valor de 500 millones de dólares (460 millones de euros) que incluirá sistemas de búsqueda y seguimiento por infrarrojos para los aviones de combate F-16 y equipos relacionados, en una aparente medida para contrarrestar los aviones de combate furtivos J-20 del Ejército chino.
Las tensiones entre China y EE.UU. están en su nivel más alto en los últimos años, entre otras cuestiones, por el apoyo estadounidense a Taiwán en actividades como la venta de armas y las visitas de funcionarios norteamericanos a la isla, que Pekín considera parte inseparable de su territorio bajo el principio de ‘una sola China’.
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