“Nos oponemos a cualquier visita de los separatistas de Taiwán a EE.UU. bajo cualquier nombre o pretexto, y nos negamos con firmeza a que Washington conspire y apoye a los separatistas de Taiwán y sus actividades independentistas”, denunció el lunes el portavoz de la Cancillería de China, Mao Ning.
El vocero aseveró que la cuestión de la isla constituye la primera línea roja de China, de la que no debe cruzar Estados Unidos en las relaciones entre los dos países.
Al respecto, llamó a Washington a respetar el principio de una sola China y afirmó que Pekín recurrirá a todas medidas firmes en pro a defender su soberanía e integridad territorial.
La reacción de China se produjo luego de conocerse que el vicepresidente de Taiwán y candidato separatista a la presidencia de la isla, William Lai, tiene previsto realizar una escala en EE.UU. en su viaje a Paraguay para participar en la ceremonia de investidura del presidente electo Santiago Peña, quien visitó Taiwán la semana pasada. Paraguay es uno de los trece países que mantienen nexos diplomáticos formales con la isla.
EEUU y Taiwán: tránsitos de líderes taiwaneses por EEUU “son comunes”
El viceministro de Asuntos Exteriores de Taiwán, Alexander Yui, argumentó que el tránsito de las autoridades taiwanesas por Estados Unidos es una “práctica habitual” cuando hacen visita a la región de Centroamérica y América del Sur. “No hay motivo ni causa para que [China] organice un escándalo”, adujo.
Por su parte, el Departamento de Estado estadounidense aseveró que este tipo de tránsitos de los líderes taiwanés “son comunes”, “no son visitas, no son oficiales”.
Las tensiones entre China y EE.UU. están en su nivel más alto en los últimos años, entre otras cuestiones, por el apoyo estadounidense a Taiwán en actividades como la venta de armas y las visitas de funcionarios norteamericanos a la isla, que Pekín considera parte inseparable de su territorio bajo el principio de ‘una sola China’.
A principios de marzo, el Departamento de Estado de EE.UU. aprobó otra venta masiva de armas a Taiwán por 619 millones de dólares, incluidos misiles para aviones de combate F-16.
Además, en los últimos años, Latinoamérica se ha convertido en un campo de batalla entre Pekín y Taipéi para acercarse a los países de la zona, un combate que ha ganado China. Desde 2016, cuando la separatista Tsai Ing-wen, asumió la presidencia de Taiwán, ocho países en total han roto con la isla y establecido lazos con el gigante asiático, de los cuales cinco son latinoamericanos; Panamá, El Salvador, República Dominicana, Nicaragua y Honduras.
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