En una entrevista concedida el jueves a una emisora de radio local, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo que “Taiwán no ha sido parte de China”, provocando la furia Pekín, que varias veces ha exigido a Washington respetar el principio de “una sola China” y dejar de escalar la tensión con el gigante asiático. China considera el caso de Taiwán una de sus líneas rojas.
“Quiero recordarlo una vez más a EE.UU. que solo hay una China en el mundo y Taiwán es una parte inalienable del territorio chino. (…) El principio de ‘una sola China’ es la base política de las relaciones entre China y Estados Unidos”, ha remarcado este lunes el portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Zhao Lijian, en una rueda de prensa en Pekín, la capital.
Según el comunicado conjunto de 1979 sobre el establecimiento de los lazos diplomáticos entre los aludidos países, EE.UU. ha reconocido a China como el único gobierno legítimo del país, de allí que sus lazos con Taipéi son ilegales.
“La llamada ‘Ley de Relaciones con Taiwán’, formulada unilateralmente por la parte estadounidense y las ‘Seis Garantías’ que otorgó a Taiwán, violan gravemente el principio de ‘una sola China’ y las tres comunicaciones conjuntas China-EE.UU. constituyen, además, una grave violación de las normas básicas de los nexos internacionales y una interferencia en los asuntos internos de China”, ha agregado.
El vocero chino ha insistido en que cualquier acto que socave los intereses fundamentales de Pekín o interfiera en los asuntos internos del país “será respondido y contrarrestado de manera contundente y no podrá detener la tendencia histórica de la reunificación de China”.
En este sentido, ha reiterado el llamado de China a Washington para que frene todo tipo de contactos diplomáticos y militares con la isla, considerada por el gigante asiático una provincia rebelde y una parte inseparable de su territorio.
Las autoridades chinas han denunciado sistemáticamente la postura de la Casa Blanca hacia el actual gobierno separatista de Taipéi y han advertido a Washington de no “jugar con fuego”.
Pekín ha advertido a Taiwán que cualquier intento de establecer relaciones diplomáticas y militares con EE.UU. solo hará que se acelere la reunificación, incluso mediante la fuerza.
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