La Policía empleó cañones de agua contra la multitud de manifestantes que se dio cita en la capital para protestar contra las medidas implementadas por el presidente, Sebastián Piñera.
Los indignados, que bloquearon las principales carreteras de la ciudad con barricadas, utilizaron punteros láser contra los oficiales para defenderse de los balines que les disparaban.
El “superlunes”, como se conoce popularmente el primer día del retorno tras las vacaciones, concluyó con más de 280 detenidos, informó el ministro del Interior de Chile, Gonzalo Blumel.
En otras ciudades como Antofagasta, se reportan varios heridos, incluyendo nuevos traumas oculares.
Adicionalmente, voceros del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) aseguraron que al menos ocho personas resultaron heridas el lunes y la madrugada de este martes en distintos puntos de Santiago, entre las víctimas destaca una adolescente de 12 años de edad a la que dispararon en los muslos.
Joven manifestante herido por un disparo de bomba lacrimógena DIRECTO a la cabeza en la Plaza de la Dignidad.
— Pablo Sepúlveda Allende (@SepulvedAllende) March 3, 2020
Fue atendido por la #BrigadaDignidad. No presenta compromisos neurológicos por el momento.
Carabineros de #Chile sigue disparando a matar.#SuperLunes @PiensaPrensa pic.twitter.com/Vpr0SbKE9w
Hasta el pasado 20 de febrero, el INDH contabilizó 3765 heridos, 445 de ellos con lesiones oculares, presuntamente, por efecto de los balines de goma disparados por los agentes policiales. Treinta y cuatro de los casos han perdido un ojo y dos han quedado ciegos.
Por otra parte, las autoridades afirman que se han preparado para una nueva escalada de protestas, invirtiendo en recursos materiales y humanos para los Carabineros, por lo que es previsible un incremento en la represión de las protestas.
Una de las salidas delineadas para enfrentar la crisis es el plebiscito programado para el próximo 26 de abril, en el que los chilenos decidirán si cambian o no la Constitución, herencia de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Las protestas comenzaron en octubre de 2019, inicialmente por el incremento de los precios del transporte público y otras demandas como mejora en el salario mínimo y una modificación en el sistema de pensiones, pero muy pronto se convirtieron en protestas antigubernamentales.
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