Estas son parte de las conclusiones de “Centroamérica Desgarrada”, una investigación realizada en el año 2017 desde la Universidad de Costa Rica, en la que se encuestaron a 300 jóvenes en distintas comunidades urbanas empobrecidas de Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica.
A más de treinta años de la firma de los acuerdos de paz de Esquipulas II, la realidad contrasta con las promesas de una paz duradera y mejores condiciones de vida, más de la mitad de los encuestados migraría de su país de origen, mientras que la cultura política y la convocatoria de los partidos caen al último lugar con un 7 %.
En total se realizaron 1501 encuestas a jóvenes entre 14 y 24 años de edad, 800 mujeres y 701 hombres, con un 53 % y 47 % de la muestra.
Mauricio Inostroza, San José.
akm/mjs