Jair Bolsonaro dejó su país el 30 de diciembre de 2022 con destino a Estados Unidos, allí permaneció por tres meses para evitar el traspaso formal de poder a Luiz Inácio Lula Da Silva, pero en sus maletas sacaba de Brasil, nada más y nada menos, que el conjunto de joyas “de alto valor patrimonial” para el Estado que le fueron regaladas en varias visitas a países árabes durante sus cuatro años de mandato.
De momento, no hay certeza del valor económico de las cajas de joyas que recibió durante sus viajes, pero lo que sí está claro es que las joyas [que suman varios millones de dólares] fueron enviadas, por medio de intermediarios a tiendas especializadas en artículos de lujo en Miami y Nueva York para su avalúo y posterior venta, según una investigación policial revelada este viernes por el Tribunal Supremo.
Autoridades aseguran que “Las cantidades obtenidas por estas ventas fueron convertidas en efectivo, e ingresaron al patrimonio personal del expresidente de la república, a través de personas interpuestas y sin utilizar el sistema bancario formal, con la finalidad de ocultar el origen, localización y titularidad de las cantidades”.
Tras el escándalo, revelado por el diario Estadão, los colaboradores del exmandatario adquirieron nuevamente las joyas para luego entregarlas al Estado brasileño, como había determinado el Tribunal de Cuentas, sin embargo, aún falta un reloj Rolex, vendido en EE.UU. por unos 68 000 dólares y que al igual que las demás pertenencias, no fue declarado en el acervo de la presidencia, donde debió haber sido registrado por el propio Bolsonario como patrimonio del Estado.
El dinero de al menos ese reloj, ingresó a la cuenta bancaria del antiguo edecán de Bolsonaro, el mayor Mauro César Cid, quien acompaño al ex jefe de Estado hasta Estados Unidos en diciembre y, de acuerdo a las pesquisas, fue la figura encargada de vender las joyas para intentar dejar en la sombra la imagen de Bolsonaro. Cid está en la cárcel desde mayo por falsificación de certificados de vacunación contra la COVID-19
Ahora, el Tribunal Supremo brasileño dictaminó nuevos allanamientos en domicilios de Cid y de los demás involucrados en la trama de malversación y lavado de dinero, pero de momento no hay órdenes de registros a domicilios de Bolsonaro o familiares.
Desde su retorno a Brasil, el 30 de marzo, el ultraderechista ha hecho una sola declaración por el caso de las joyas, pero negó cualquier delito; también ha sido citado por el intento de golpe de Estado del 8 de enero en Brasilia, cuando miles de sus partidarios asaltaron sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema en una acción para derrocar a Lula Da Silva, que una semana antes había juramentado como presidente por tercera vez.
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