• La mandataria de Brasil, Dilma Rousseff.
Publicada: jueves, 3 de septiembre de 2015 16:40

La presidenta de Brasil admite que es un “problema” el inédito déficit presupuestario pronosticado para el próximo año en el país y aseguró que trabajará para corregirlo.

"Estamos siendo transparentes y mostrando claramente que hay un problema", afirmó el miércoles la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, en una rueda de prensa dos días después de enviar al Congreso un presupuesto para 2016 con un saldo negativo, algo sin precedente en la historia de Brasil.

Estamos siendo transparentes y mostrando claramente que hay un problema", afirmó  la mandataria brasileña, Dilma Rousseff.

Prometió asimismo que su Gobierno buscará una solución a la falta de financiamiento y adelantó el envío de nuevas propuestas al Congreso para cubrir el déficit.

Rechazando la previsión de un "desastroso" déficit presupuestario primario para el año entrante, la jefa de Estado recalcó que los problemas fiscales de Brasil son “temporales” y aseguró una recuperación a corto plazo de la economía nacional

Por otra parte, negó que su ministro de Hacienda, Joaquim Levy, esté debilitado y aislado dentro del Ejecutivo.

"El ministro Levy no está desgastado dentro del Gobierno. Él participó con nosotros de todas las etapas de la discusión del Presupuesto. Él tiene el respeto de todos nosotros. No contribuye al país este tipo de discurso de que el ministro Levy está desgastado", reprochó la dignataria.

Ministro de Hacienda de Brasil, Joaquim Levy

 

Levy cuestionó el pasado mes de marzo la gestión de la mandataria del país y la criticó por no actuar de manera “eficaz”. Sin embargo, luego afirmó que Rousseff "es fuerte, planta cara y hace lo que hay que hacer” y no tiene la intención de dimitir como reclaman los descontentos.

Cada siete de 10 brasileños quieren que Rousseff sea sometida a una moción de censura, ya que la responsabilizan de la recesión de la mayor economía del continente sudamericano y el reciente escándalo de corrupción masiva de la petrolera estatal Petrobras.

En este contexto, el vicepresidente brasileño, Michel Temer, advirtió el pasado 11 de agosto, que su país corre el riesgo de que la crisis económica que padece sea de tal magnitud y gravedad similar a la de Grecia.

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