“Amigos míos. A partir del 1 de enero de 2023, gobernaré para 215 millones de brasileños, y no solo para los que votaron por mí. No hay dos Brasiles, somos un solo país, un solo pueblo, una gran nación”, ha asegurado este domingo Luiz Inácio Lula da Silva ante sus seguidores tras ganar la segunda vuelta de las presidenciales ante su rival ultraderechista, el actual presidente, Jair Bolsonaro.
Desde la avenida Paulista de São Paulo, Lula ha declarado que no se enfrentaba a “un adversario”, sino a “la máquina del Estado puesta al servicio del candidato en la situación de tratar de impedir que ganáramos las elecciones”.
“La elección puso frente a frente dos proyectos de país opuestos y hoy sólo hay un gran ganador: el pueblo brasileño. Esta no es una victoria mía, del PT [Partido de los Trabajadores] o de los partidos que me apoyaron, sino de un inmenso movimiento democrático que se formó por encima de los partidos, de los intereses personales, de las ideologías, para que ganara la democracia”, ha dicho.
Lula da Silva ha defendido la paz y la convivencia armónica en el país. “Estoy aquí para gobernar este país en una situación muy difícil. Pero tengo fe en que con la ayuda de la gente encontraremos una salida para que este país viva democráticamente, en armonía. E incluso podemos restaurar la paz entre las familias, los divergentes, para que construyamos el mundo que necesitamos, y Brasil”, ha agregado.
El mandatario electo ha manifestado que “a nadie le interesa vivir en un país dividido, en un estado de guerra permanente”, después de denunciar la criminal propagación del odio en Brasil.
En las elecciones de este domingo, Lula ha ganado la segunda vuelta electoral con 50,90 % de votos, frente a Bolsonaro con 49,10%, según los resultados publicados en el portal del Tribunal Superior Electoral de Brasil (TSE), tras el 99,99 % de las urnas escrutadas.
tmv/ctl/hnb