• Lula da Silva cambia el juego político en Brasil
Publicada: miércoles, 10 de marzo de 2021 15:14
Actualizada: miércoles, 10 de marzo de 2021 17:46

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, tras la anulación de las condenas en su contra, se convierte en el “principal oponente” de Jair Bolsonaro.

El lunes, el Supremo Tribunal Federal de Brasil anuló las condenas contra Lula, argumentando que hubo un complot entre los fiscales y el juez para inculpar al expresidente y que la corte que las dictaminó no era competente.

En 2018, el líder socialista fue condenado a 12 años de prisión por corrupción y lavado de dinero como beneficiario de un tríplex en Guarujá (litoral de Sao Paulo), condena que se extendió a 17 años en 2020 por supuesto recibo de sobornos de constructoras, relacionado con un sitio en Atibaia (Sao Paulo), a cambio de influir en la obtención de contratos en Petrobras.

Lula llegó a pasar 580 días en prisión. Fue liberado después de que el Tribunal Supremo de Brasil determinara en noviembre de 2019 que todos los condenados tenían derecho a agotar todos los recursos judiciales antes del cumplimiento efectivo de la pena. 

Lula siempre ha negado todos los cargos en su contra y sostiene que es víctima de una “persecución judicial y política”.

 

En la actualidad, la última medida judicial significa una victoria para el Partido de los Trabajadores (PT), puesto que Lula vuelve a tener derechos políticos y podría ser la carta presidencial en 2022.

De esta manera, Lula se convierte el “principal oponente” del actual presidente brasileño, Jair Bolsonaro, cuyas medidas han sido objeto de amplios cuestionamientos; en concreto, su gestión de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, ya que minimizó la gravedad del virus, asistiendo a mítines sin mascarilla, saliendo a comer a la calle, organizando asados y asistiendo al campo de tiro.

El ultraderechista presidente Bolsonaro es fuertemente criticado por sus sorprendentes declaraciones respecto a la pandemia, por lo que los brasileños le llaman “genocida” y piden su renuncia.

Entretanto, analistas financieros indican que la candidatura de Lula probablemente llevaría al actual presidente a a abandonar las reformas económicas puestas en marcha desde 2018 y a adoptar medidas que le aseguren el apoyo en las urnas.

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