• El exsecretario general del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, Silvio Pereira.
Publicada: sábado, 2 de abril de 2016 5:23

La Policía Federal de Brasil detuvo el viernes a Silvio Pereira, ex secretario general del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), como parte de la investigación en marcha sobre el caso de corrupción en Petrobras.

También fueron arrestados Delubio Soares, extesorero del PT, y Ronan María Pinto, propietario del diario ABC Grande, para investigarlos por supuesta participación en un fraudulento crédito bancario a 10 años que entregó el Banco Schahin y que generó pérdidas a la petrolera estatal Petrobras.

La detención temporal de Pereira y Pinto responde a la orden del magistrado de primera instancia Sergio Moro, a cargo del caso Petrobras, quien el jueves fue apartado de la investigación sobre Lula da Silva, expresidente de Brasil, acusado de lavado de dinero y ocultamiento de patrimonio, que ahora se someterá directamente al Supremo Tribunal Federal (STF).

De acuerdo con información del diario local O Globo, 50 policías federales están cumpliendo ocho órdenes de registro en los municipios de San Pablo (3 órdenes de registro) Carapicuíba (1), Osasco (1) y Santo André (3), todo ello en el estado de San Pablo. Los presos serán enviados a la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba.

Las detenciones del viernes se produjeron justo un día después de una marcha “en defensa de la democracia” y contra “el golpe y el retroceso” a la que asistieron cientos de miles de personas tanto en Brasil como en otros países.

El juez Moro fue quien ordenó que Lula fuera llevado por la fuerza a declarar ante la policía y luego divulgó una polémica escucha telefónica entre el expresidente y su sucesora, Dilma Rousseff, interpretada como una prueba de que su designación para un cargo ministerial buscaba blindarlo –con fueros– de la Justicia.

La decisión se fundamentó, justamente, en esas escuchas que salieron a luz el mismo día que la mandataria nombró a Lula jefe de Gabinete.

Por otra parte, Rousseff  corre peligro de ser obligada a abandonar la Presidencia en mayo si la Cámara baja del Congreso aprueba su juicio político, pese a que su gestión política recibe una multitud de apoyo ciudadano.

Rousseff, volvió el jueves a denunciar los intentos de la oposición brasileña para defenestrar su Gobierno con herramientas que, a su juicio, rompen el orden democrático de América Latina.

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