En Bangladés, decenas de miles salieron a las calles de la capital, Daca. Condenaron su apoyo a la profanación del Profeta del Islam, el Hazrat Muhamad.
Los manifestantes intentaban acercarse a la embajada francesa en Daca, la capital de Bangladés, cuando la Policía les cortó el paso. Advirtieron al presidente galo que pagará un alto precio por tal postura.
La oleada de malestar entre los musulmanes se desató después de que Macron afirmara que su país no renunciará a la publicación de caricaturas que insulten al Profeta del Islam.
En Indonesia, los manifestantes se congregaron frente a la embajada francesa en la capital, Yakarta. Acusaron al país galo de promover la islamofobia portando diferentes carteles con lemas como: “La islamofobia no es libertad” e “Insultar al Islam no es libertad”.
Los indonesios insistieron en que el mandatario francés debe disculparse por sus comentarios. Si no lo hace, advirtieron que exigirán al Gobierno bangladesí que rompa sus relaciones diplomáticas con Francia..También se unieron al llamado a boicotear los productos franceses.
Los comentarios de corte islamófobo del mandatario galo también han suscitado gran indignación entre una parte importante de la población francesa, donde el Islam es la segunda religión, así como entre los líderes de países musulmanes como Irán, Turquía, Paquistán, Marruecos y Argelia, que han manifestado su repudio a las ofensas a la comunidad musulmana y a sus santidades.
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