Durante su discurso ante el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU en Ginebra, Suiza, Guterres exigió a las autoridades de Myanmar (Birmania) garantizar el acceso humanitario, sin restricciones, en el estado birmano de Rajine (este), donde vive la minoría rohingyas.
Desde agosto, cerca de 700 mil musulmanes rohingyas llegaron a Bangladés, huyendo de las atrocidades del Ejército birmano. Cuentan sus pesadillas y denuncian también las atrocidades de los budistas extremistas, entre ellas, las casas calcinadas y aldeas destruidas.
Pese a que siguen las tensiones en Rajine, Bangladés y Myanmar han iniciado una serie de diálogos sobre las modalidades de repatriación. La ONU sostiene que cualquier decisión de retorno debería basarse en la decisión voluntaria de los refugiados.
La represión del Ejército birmano contra los rohingyas ha sido categorizada por las Naciones Unidas como "limpieza étnica".
También, ha llevado a los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) a pedir a la jefa de la Diplomacia europea, Federica Mogherini, que proponga sanciones contra generales de las Fuerzas Armadas de Birmania por ‘su violación sistemática de los derechos humanos’ en la matanza de los rohingyas.
mhn/ctl/rba