Los 15 miembros del Consejo han expresado este miércoles mediante un comunicado “su profunda preocupación acerca de los informes sobre la violencia excesiva ejercida durante las operaciones militares (en Myanmar) y llamaron a favor de la adaptación de medidas inmediatas que pongan fin a la violencia en Rajine, alivien la situación, restablezcan la ley y el orden y que garanticen la protección de los civiles”, ha declarado el embajador etíope ante las Naciones Unidas, Tekeda Alemu, durante una declaración a la prensa.
El comunicado ha sido emitido al término de la primera reunión a puerta cerrada ante el éxodo de la minoría rohinyas iniciado en agosto.
Al respecto, el CSNU ha urgido la necesidad de enviar ayuda humanitaria a los necesitados en el estado de Rajine, oeste de Myanmar.
De acuerdo con el embajador del Reino Unido ante las Naciones Unidas, Matthew Rycroft, es la primera vez en nueve años que el Consejo acordó una declaración sobre Myanmar.
Más temprano en la misma jornada, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, ha urgido a las autoridades en Myanmar a suspender las acciones militares contra la minoría musulmán Rohyngya.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) expresa su profunda preocupación acerca de los informes sobre la violencia excesiva ejercida durante las operaciones militares (en Myanmar) y llamaron a favor de la adaptación de medidas inmediatas que pongan fin a la violencia en Rajine, alivien la situación, restablezcan la ley y el orden y que garanticen la protección de los civiles”, dice el embajador etíope ante las Naciones Unidas, Tekeda Alemu.
“Llamo a las autoridades birmanas a suspender las acciones militares, detener la violencia, proteger el estado de derecho y permitir la ayuda humanitaria”, ha afirmado Guterres en una conferencia de prensa.
Preguntado por si lo que está sucediendo es una “limpieza étnica”, el jefe de la ONU ha destacado que no hay otra forma mejor de describirlo, cuando “un tercio de los rohinyas han tenido que huir del país”.
En este contexto, ha precisado que casi 380.000 miembros de esa minoría musulmana han huido ya a Bangladés desde finales de agosto, cuando comenzó la violencia de las fuerzas militares contra los rohingyas.
Luego de asegurar que la situación humanitaria en el país asiático es “catastrófica”, ha solicitado a todos los países a hacer todo lo posible para ayudar a la población afectada.
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