El 13 de septiembre, el CSNU ha realizado una sesión urgente de los países miembros sobre la etnia musulmana de Myanmar (Birmania), que se enfrenta a un genocidio y limpieza étnica por parte del Ejército.
Esta es la primera reunión del CSNU sobre los rohingyas. Fue convocada por el Reino Unido y Suecia. La reunión se realizó después de que el Observatorio de Derechos Humanos (HRW, por sus siglas en inglés) y Amnistía Internacional (AI) acusaran al Consejo de Seguridad de ignorar la difícil situación de estos musulmanes.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) también criticó a la consejera de Estado y líder de facto del Gobierno birmano, la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
Sin embargo, parce que la Nobel de la Paz se ha quedado muda. El Ministerio de Exteriores birmano anunció que Suu Kyi suspende su asistencia a la ONU, donde se debate este año la situación de los rohingyas. Aunque ella no hable ni reaccione, los pueblos sí gritan contra la violencia.
Este miércoles miles de personas marcharon en la capital india en apoyo a los rohingyas. Tras caminar un tramo, la multitud se agrupó frente a la embajada birmana donde cuestionaron a Aung San Suu Kyi.
Según las estimaciones de la ONU, la violencia contra los rohingyas ha provocado hasta ahora más de 1000 muertos. A causa de este genocidio, unas 370.000 personas han huido en las últimas dos semanas a Bangladés en busca de seguridad, mientras la comunidad internacional sigue callada.
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