No está claro cuántos refugiados han cruzado la frontera, pero los líderes comunitarios en diferentes campamentos en Bangladés dijeron que al menos 3500 nuevos refugiados han ingresado al país en los últimos cinco días, indicó el lunes el canal de televisión estadounidense CNN.
Esforzándose para salvar sus vidas, la minoría musulmana de Myanmar (Birmania) enfrenta varias dificultades en su viaje incluyendo los guardias fronterizos hostiles y aguas altas para cruzar a la vecina Bangladés.
El río Naf, que hace de frontera natural entre ambos países, es el punto más caliente del flujo de los rohingyas en el que miembros de esta minoría intentan alcanzar en barco el territorio bangladesí.
Myanmar, dominado por los budistas, tiene a sus espaldas un largo historial de discriminación y persecución contra los musulmanes. El Gobierno birmano niega la plena ciudadanía a los musulmanes, y los considera como inmigrantes indocumentados de Bangladés, mientras la comunidad internacional y grupos pro derechos humanos rechazan tales argumentos, asegurando que esa minoría musulmana tiene raíces históricas en el territorio birmano.
Sobre la base de la respuesta constante del Ejército (de Myanmar) en los últimos meses, sabemos que han cometido asesinatos masivos, violaciones colectivas en masa y aldeas arrasadas, y los informes de que abren fuego contra civiles son ciertamente plausibles”, dijo el director ejecutivo de la ONG Fortify Rights, Matthew Smith.
La nueva oleada de violencia que ejerce el Gobierno de Myanmar contra los rohingyas ha generado miles de desplazados. El sábado, el Ejército birmano abrió fuego contra cientos de aldeanos de esta minoría que intentaban refugiarse en el país vecino de Bangladés.
El director ejecutivo de la ONG Fortify Rights, Matthew Smith, dijo a CNN que los últimos informes también confirman la violencia militar contra civiles rohingyas.
“Sobre la base de la respuesta constante del Ejército (de Myanmar) en los últimos meses, sabemos que han cometido asesinatos masivos, violaciones colectivas en masa y aldeas arrasadas, y los informes de que abren fuego contra civiles son ciertamente plausibles”, sostuvo.
Varios países y líderes mundiales han condenado la violencia desatada contra esta minoría. En esta línea, el papa Francisco — que visitará Myanmar y Bangladés del 27 de noviembre al 2 de diciembre— condenó el domingo la persecución de los rohingyas y pidió se respeten sus “plenos derechos”.
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