Hay centenares de cuerpos mutilados, quemados y destrozados a balazos. Así fue como se descubrió la existencia de las fosas. AP pudo comprobar su existencia a través de vídeos grabados con teléfonos móviles. Del mismo modo, el testimonio de numerosas personas confirmó la magnitud de estos crímenes. La ONU va a abrir una investigación para descubrir más detalles de estas masacres.
El Gobierno de Myanmar niega todo genocidio o matanza. Dice que los 10 que ha matado eran terroristas que atacaron a las fuerzas del orden. Todas las agencias humanitarias e internacionales del mundo han corroborado que los ataques van dirigidos únicamente a los civiles.
Además han alertado de la gravedad de la situación de millones de musulmanes de rohingyas, que llevan años siendo reprimidos en su país natal, Myanmar, que no los reconoce como ciudadanos, no les concede ningún derecho básico y desde hace unos meses, trata de forzarlos a un éxodo masivo.
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