• El primer ministro del régimen israelí, Benyamin Netanyahu, llega a una reunión de su gabinete, 3 de diciembre de 2017.
Publicada: domingo, 24 de diciembre de 2017 17:05

Una encuesta indica que la mayoría de los israelíes piensa que el premier israelí deberá renunciar si se le acusa de corrupción.

El sondeo, llevado a cabo por la firma encuestadora israelí Midgam —cuyos resultados han sido publicados este domingo por la cadena israelí Hadashot TV— señala que el 63 % de los israelíes cree que el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, deberá presentar su dimisión si acaba siendo acusado de corrupción.

Por el contrario, el 27 % de los consultados —de un total de 504 personas— opina que Netanyahu no debería dimitir y tendría que seguir en el poder, mientras que el 10 % ha optado por no pronunciarse al respecto.

Asimismo, la consulta les preguntó a los encuestados si las investigaciones policiales en curso contra el premier israelí están justificadas o no, a lo que el 59 % respondió que dichas pesquisas están revestidas de un marco completamente legal.

No obstante, el 27 % aseguró que las indagaciones en contra del primer ministro israelí forman parte de una “cacería de brujas” lanzada por las facciones políticas israelíes de tendencia izquierdista, que quieren poner punto final al poderío de la derecha y de los conservadores en la escena política israelí.

 

El premier israelí es sospechoso de haber cometido “soborno, fraude y abuso de confianza”, en particular por el caso 1000, que hace referencia a un presunto favor que concedió Netanyahu al empresario y productor de Hollywood Arnon Milchan a cambio de que este les realizara regalos caros tanto a él como a su esposa.

A este se suma el caso 2000, que gira en torno a los supuestos intentos de Netanyahu por pactar una cobertura favorable sobre su persona con el editor del segundo periódico israelí de mayor tirada, el Yediot Ahronot, a cambio de debilitar a su competidor, Israel Hayom.

Además, hay otra causa por la que el premier está siendo investigado, el caso 3000, que trata de la polémica compra de unos submarinos a Alemania, aunque en este asunto se cree que Netanyahu no está directamente involucrado.

Ante este panorama, cerca de dos tercios de los israelíes demandan que Netanyahu sea suspendido, de forma temporal, del cargo que ocupa.

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