Arabia Saudí condenó a la pena máxima a cinco hombres por el asesinato del periodista Khashoggi el año pasado en el consulado de su país en Estambul. Sin embargo, la sentencia exonera a Saud al-Qahtani, el controvertido asesor del príncipe heredero y gobernante de hecho, Muhamad bin Salman, a quien algunas informaciones atribuían ser el contacto entre este y el comando ejecutor.
Khashoggi, un saudí crítico con el príncipe Muhamad que se había autoexiliado en Estados Unidos, fue asesinado dentro del consulado de Arabia Saudí en Estambul el 2 de octubre de 2018.
Tras reiteradas negativas, las autoridades saudíes terminaron reconociendo su muerte. Su investigación concluye que no hubo intención previa para matar el periodista.
Sin embargo, una investigación de la Organización de las Naciones Uniodas (ONU) aseguró en junio pasado que existían pruebas suficientes para responsabilizar del asesinato al príncipe heredero y otros altos cargos del reino y que se trata de un asesinato brutal y premeditado.
El juicio se ha desarrollado durante nueve sesiones y a puerta cerrada. Por lo que organismos como Reporteros Sin Fronteras (RSF), denuncian que el juicio no ha respetado “los principios de justicia reconocidos internacionalmente”.
La sombra del asesinato de Khashoggi se ha apoderado de la reputación de Arabia Saudí desde hace más de un año. El todopoderoso príncipe heredero espera que los veredictos de este lunes tracen una línea sobre todo el asunto. Eso puede ser una ilusión en una situación donde numerosos críticos del príncipe heredero siguen encarcelados y afrontan juicios por sus actos de disidencia.
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