Investigadoras de las Naciones Unidas detallaron el lunes a la cadena británica BBC los pormenores de unas grabaciones secretas en el interior del consulado saudí en la ciudad turca de Estambul, el 2 de octubre de 2018, día en el que fue asesinado el periodista disidente Jamal Khashoggi, columnista del diario estadounidense The Washington Post.
Según las grabaciones, uno de los asesinos “dijo: ‘es la primera vez en mi vida que debo cortar los trozos en el suelo, incluso un carnicero que quiere despedazar un animal lo cuelga’”, reprodujo la abogada Helena Kennedy a BBC, agregando que los criminales se reían entonces.
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El sospechoso de haber descuartizado el cadáver de Khashoggi también afirmaba: “escucho música cuando corto los cuerpos, a veces con un café y un cigarro en la mano”, conforme a Kennedy.
(Uno de los asesinos de Jamal Khashoggi) dijo: ‘es la primera vez en mi vida que debo cortar los trozos en el suelo, incluso un carnicero que quiere despedazar un animal lo cuelga’”, según cita la abogada Helena Kennedy.
La abogada también citó a los asesinos, refiriéndose a Khashoggi como un “animal destinado al sacrificio” y preguntándose “si el cuerpo y las caderas entrarían en una bolsa”.
Por su parte, Agnes Callamard, relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre Asesinatos Extrajudiciales, acusó a Riad de la muerte de Khashoggi y dijo que “no hay ninguna indicación, según el derecho internacional, de que este crimen pueda calificarse de otra manera que no sea un asesinato estatal”.
El miércoles se cumplirá el primer aniversario del homicidio de Khashoggi que, de acuerdo con la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. y algunos países occidentales, fue llevado a cabo por orden del príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman Al Saud.
Esta semana, la agencia británica Reuters reveló que el propio Bin Salman había reconocido que el asesinato del periodista tuvo lugar bajo su supervisión.
El caso desató una ola internacional de críticas hacia Riad; diferentes países demandaron una indagación transparente para aclarar lo ocurrido. La ONU informó el pasado junio de que había pruebas creíbles para investigar la responsabilidad de las autoridades saudíes, incluido el príncipe heredero saudí, en el asesinato de Khashoggi.
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