Así lo afirmó el portavoz de las fuerzas saudíes y de los aliados en la guerra contra Yemen, el coronel Turki al-Malki, en declaraciones recogidas por la versión árabe de la cadena rusa RT.
El militar saudí también se refirió a los ataques aéreos realizados en las últimas semanas por las fuerzas saudíes contra ciudades yemeníes. A este respecto, alegó que la aviación militar de Riad había apuntado contra un depósito de misiles en la fronteriza provincia yemení de Saada (noroeste) y un almacén de municiones cerca de la frontera común.
Afirmó, asimismo, que helicópteros de ataque tipo Apache asaltaron en recientes días posiciones, vehículos y bases del movimiento popular yemení Ansarolá en las localidades fronterizas.
Por otro lado, defendió el ilegal bloqueo aéreo y marítimo impuesto sobre Yemen, pese a la grave situación humanitaria que vive el país más pobre del mundo árabe.
El portavoz castrense se negó a comentar sobre las bajas civiles en los bombardeos saudíes. El miércoles, fuentes yemeníes informaron de la muerte de 50 civiles y otras decenas de heridos, como resultado de las últimas incursiones aéreas saudíes, mientras, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) denunció que, entre los días 6 y 16 del presente mes de diciembre, los bombardeos saudíes acabaron con la vida de al menos 136 civiles.
Conforme a la ONU, la campaña militar saudí contra Yemen ha terminado con la vida de más de 12.000 personas, además de desolar una gran parte de la infraestructura, incluidos hospitales, escuelas y fábricas.
Las Naciones Unidas han llamado una y otra vez al régimen de los Al Saud a poner fin de una vez por todas a esta “estúpida guerra”, que también ha desbordado la situación humanitaria, acarreando la peor hambruna en décadas y un brote sin precedentes del cólera.
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