El portavoz militar de Arabia Saudí, Ahmad al-Asiri, censuró el viernes el informe del jueves del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, y afirmó que el documento “contiene contradicciones y no toma en cuenta todos los factores”.
Asimismo, aseguró que la ONU es un cómplice y aliado de la llamada coalición que lidera Riad en su agresión a Yemen, en base a la resolución 2216 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
Al-Asiri alegó que "entre los objetivos más importantes (de la llamada coalición árabe) figura proteger a la gente de Yemen, incluidos los niños, ante las prácticas de las milicias hutíes (miembros del movimiento popular yemení Ansarolá), con la formación de un gobierno legítimo reconocido a nivel internacional, como se pone de relieve en la resolución 2216 de la ONU”.
Entre los objetivos más importantes (de la llamada coalición árabe) figura proteger a la gente de Yemen, incluidos los niños, ante las prácticas de las milicias hutíes (miembros del movimiento popular yemení Ansarolá), con la formación de un gobierno legítimo reconocido a nivel internacional, como se pone de relieve en la resolución 2216 de la ONU”, dijo el portavoz militar de Arabia Saudí, Ahmad al-Asiri.
La ONU, en su informe, responsabilizó al régimen saudí y a sus aliados del 60 por ciento de las muertes y heridas causadas a niños yemeníes en esta guerra durante el último año (510 muertos y 667 heridos), así como de la mitad de los ataques a centros educativos y sanitarios.
De igual modo, pone en su lista negra a grupos que participan en el reclutamiento de niños, violan sexualmente a menores o realizan ataques contra escuelas y hospitales en Yemen.
Los cazas saudíes realizan casi a diario ataques aéreos contra las ciudades yemeníes desde marzo de 2015. Su campaña militar contra Yemen tiene como objetivo debilitar a Ansarolá y restaurar en el poder al fugitivo expresidente Abdu Rabu Mansur Hadi, fiel aliado de Riad.
La ofensiva saudí, hasta el momento y de acuerdo con cifras divulgadas por la ONU, ha dejado, entre muertos y heridos, más de 32.000 víctimas, en su mayoría civiles.
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