La formación, liderada por Jeremy Corbyn, advierte de que el acuerdo entre Londres y Riad es insostenible después de que el régimen monárquico saudí ejecutase el pasado sábado al prominente clérigo chií sheij Nimr Baqer al-Nimr y a otras 46 personas.
Serias preocupaciones se han planteado no sólo acerca de las sentencias y la manera en que se llevaron a cabo las ejecuciones, sino también si el debido proceso se ha seguido y si los acusados recibieron un juicio justo" reza la misiva transmitida por el responsable laborista de Derechos Humanos, Andy Slaughter.
Esta demanda escrita, trasmitida por el responsable laborista en Derechos Humanos, Andy Slaughter, al titular de Justicia, Michael Gove, hace referencia al Memorando de Entendimiento en Cooperación Judicial entre ambos países alcanzado en septiembre de 2014, indicó el lunes el diario británico Daily Mail, además de mencionar que el Gobierno británico aún no ha respondido a la solicitud.
En la misiva, Slaughter explica que "sería inapropiado" continuar cooperando con el sistema judicial saudí en "vistas a los recientes eventos, en particular la ejecución de 47 nacionales saudíes y extranjeros por decapitación en varias prisiones de Arabia Saudí" y pide garantías de que la colaboración entre ambos ministerios de Justicia quedará firmemente cancelada después de que el memorando se haga público.
"Serias preocupaciones se han planteado no sólo acerca de las sentencias y la manera en que se llevaron a cabo las ejecuciones, sino también si el debido proceso se ha seguido y si los acusados recibieron un juicio justo" reza la misiva, que hace hincapié en que la ejecución del prominente sheij y de algunos otros, al parecer, por solo "tomar parte en protestas políticas y manifestaciones contra el Gobierno actual han causado consternación e indignación en todo el mundo".

El Gobierno del primer ministro David Cameron, según destacan medios locales, es criticado por su tímida protesta contra las ejecuciones y el ministro de Exteriores, Philip Hammond, se mantiene en silencio respecto a la acción emprendida por el principal aliado británico en el Golfo Pérsico.
El secretario de Estado para Oriente Medio, Tobias Ellwood, en una nota oficial del Gobierno, se limitó a expresar su "decepción con las ejecuciones en masa" y a declarar que el "Reino Unido está categóricamente opuesto a la pena capital" hecho que han "subrayado a las autoridades saudíes", además de expresar su "profunda inquietud por la escalada de tensiones" en Oriente Medio.
La carta de los laboristas ha sido enviada mientras que el domingo, el líder liberal demócrata, el Lord Ashdown, advirtió que Arabia Saudí representa una amenaza a largo plazo más grande que el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).

El líder labortista, Jeremy Corbyn,que arremetió el pasado 30 de diciembre, contra el "apoyo hipócrita" del Ejecutivo de Cameron al "régimen saudí", forzó el pasado mes de octubre al Gobierno de Cameron a cancelar un contrato sobre gestión de prisiones en el reino saudí.
Corbyn, además, había pedido la intervención del premier británico para evitar que el joven chií Ali al-Nimr, sobrino del clérrigo recién ejecutado, sea decapitado y crucificado por participar en las protestas contra el régimen de Al Saud.
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