Realizan protestas en toda la región contra el régimen de Al Saud por la ejecución de Al-Nimr. Los manifestantes enarbolaban las fotografías del ejecutado mientras quemaban las del rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud.
Desde Irak, advirtieron que la ejecución de Al-Nimr conlleva graves consecuencias para Riad. Mientras, los manifestantes aseguran que Riad pagará un alto precio, analistas señalan que el tema sólo incrementará las tensiones en la región.
En Turquía, ante el consulado saudí en Estambul los congregados tacharon la Casa de Al Saud como un aliado del sionismo. En La India, la policía detuvo a varios manifestantes y recurrió a la fuerza para dispersarles: el mensaje es el mismo.
Baréin, Irán, Paquistán, y El Líbano viven momentos afines. La ola de indignación no se limitó a la región; en Londres, capital británica, cientos de personas se congregaron ante la embajada saudí. Los manifestantes responsabilizaban al Gobierno de David Cameron y otros países por los crímenes de Riad.
Varios países y numerosos observadores habían advertido a Riad que la ejecución del sheij Al-Nimr, tan solo por ejercer su derecho a libertad de expresión, agravaría las tensiones en la región.
Sin duda, la monarquía saudí seguirá enfrentando más protestas. Tanto por parte de la opinión pública mundial, así como organizaciones de derechos humanos.
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