En una ceremonia en Buenos Aires, Argentina, en el marco de la cumbre del G20, Donald Trump, Justin Trudeau y Enrique Peña Nieto plasmaron su rúbrica en el nuevo acuerdo. Este reemplaza al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). El acuerdo de Estados Unidos-México-Canadá se alcanzó el 30 de septiembre después de más de un año de duras negociaciones iniciadas a instancias del presidente Trump, quien había calificado el viejo acuerdo, como “un desastre” para su país.
Pero, ¿qué modificaciones implica este nuevo acuerdo en comparación con el anterior? Primero, el sector automotor, por cuya modificación Washington insistía tanto. Según el nuevo acuerdo, el 75 % de las partes de un automóvil deben fabricarse en territorio estadounidense.
Segundo, alivio arancelario para vehículos importados desde México y Canadá. Estos dos países pueden exportar a EE.UU. hasta un tope de 2,6 millones de vehículos al año.
Tercero, apertura en lácteos. Canadá, que protege fuertemente su producción lechera, acordó abrir un poco más sus fronteras, algo que Trump consideró decisivo para lograr un acuerdo.
Cuarto, solución de controversias. EE.UU. quería eliminar la solución de controversias a través del arbitraje internacional, pero por fin Canadá ganó y permaneció el sistema anterior.
Quinto, propiedad intelectual. El nuevo acuerdo moderniza y aumenta los estándares sobre la propiedad intelectual.
Sexto, comercio electrónico. Modernizar el comercio electrónico, que apenas existía cuando el TLCAN entró en vigor.
Séptimo, pactos con China. Una clausula casi inédita. Hay una disposición escondida en el acuerdo que evita que Canadá y México busquen un mejor tratado comercial con China.
Octavo, el tiempo de vigencia. El pacto comercial tiene una vigencia de 16 años, pero se revisará cada seis.
Noveno, derechos laborales. El nuevo acuerdo incluye protecciones laborales que, según Washington, son las más fuertes negociadas hasta ahora.
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