Mediante un comunicado emitido por la Cancillería afgana, este país asiático ha calificado de inhumana la matanza y la persecución de los rohingyas por los monjes extremistas budistas, a la vez de criticar que estas crueldades violan los derechos humanos y las normativas internacionales.
Asimismo, ha solicitado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las entidades pro derechos humanos y todos los países colaborar para cesar estos actos antihumanos.
En este mismo contexto, en Paquistán, el primer ministro, Nawaz Sharif, ha formado un comité especial para proporcionar alivio a esta minoría según la ONU “más oprimida” del mundo.
Una reunión de este comité se celebra hoy en Islamabad, la capital, con la finalidad de sugerir medidas y esfuerzos de ayuda que esta nación puede emprender para los musulmanes rohingyas.
El encuentro cuenta con la presencia del ministro paquistaní del Interior, Chaudhry Nisar Ali Khan, el asesor de Seguridad Nacional de este país, Sartaj Aziz y el asistente especial para Asuntos Exteriores de Sharif, Tariq Fatemi, quienes condenan fuertemente el silencio de la ONU y otros organismos mundiales sobre este genocidio de musulmanes.

Durante los últimos años, la violencia sectaria existente en Myanmar, un país predominantemente budista, de 60 millones de habitantes, ha obligado a miles de musulmanes rohingyas a huir para salvar sus vidas.
La mayoría de ellos viajan rumbo a Malasia a la deriva en embarcaciones rudimentarias. Muchos de ellos son víctimas de trata de personas. El ejemplo más reciente ha ocurrido en Tailandia: en el pasado mes de mayo el Gobierno informó del hallazgo de fosas comunes.
Indonesia es otro país asiático considerado como el destino de estos emigrantes. El pasado 10 de mayo, los responsables de inmigración indonesios anunciaron que unos 500 musulmanes rohingyas se han refugiado en Indonesia.
Desde el año 2012, más de 240 personas han perdido la vida y otras 140 mil, principalmente musulmanas, se han visto desplazadas por los enfrentamientos mortales registrados con budistas extremistas.
Es importante recordar que el 29 del mes pasado, un censo reveló que el Gobierno birmano excluye los datos de más de un millón de musulmanes rohingyas, la mayoría de ellos vive en unas condiciones inhumanas en Rakhine.
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