El portavoz del movimiento popular yemení Ansarolá, Mohamad Abdel Salam, en una entrevista concedida el viernes a la agencia británica Reuters, abordó los recientes ataques de Estados Unidos y el Reino Unido contra Yemen, so pretexto de proteger el transporte marítimo internacional en el mar Rojo ante las operaciones antisraelíes de las fuerzas yemeníes en estas aguas.
El vocero aseguró que la medida de Yemen en el mar Rojo de asediar o atacar los barcos del régimen sionista o los que se dirigen a la Palestina ocupada “representó solo presión sobre Israel; no representó presión sobre ningún país del mundo”.
“No queremos que la escalada se expanda. Esta no es nuestra demanda. Impusimos reglas de enfrentamiento en las que no se derramó ni una sola gota de sangre ni se produjeron grandes pérdidas materiales”, afirmó el vocero yemení.
Dejó en claro que “lo que hizo el pueblo yemení al principio fue atacar a los barcos israelíes que se dirigían a Israel sin causar pérdidas humanas ni siquiera materiales importantes, simplemente impidiendo el paso de los barcos como un derecho natural” ante las arremetidas contra la soberanía de Yemen.
Pero, aseveró, “ahora que Estados Unidos se unió y agravó aún más la situación, no hay duda de que Yemen responderá”.
De acuerdo con el funcionario de Ansarolá, los ataques contra el territorio de Yemen constituyen una flagrante violación de la soberanía del país y una grave agresión contra su pueblo.
Yemen, no obstante, no tiene intención de ampliar los ataques a otras embarcaciones que pasen por el mar Rojo y sus alrededores, más allá de su objetivo declarado de bloquear a Israel y tomar represalias contra Estados Unidos y el Reino Unido.
Refiriéndose a los países árabes del Golfo Pérsico, Abdel Salam aseguró que Ansarolá pide “rechazar la militarización del Mar Rojo o la presencia de fuerzas militares dentro de la región”.
Desde que Israel inició el 7 de octubre sus ataques contra la Franja de Gaza, Yemen ha salido en defensa de los palestinos, impidiendo el paso de barcos israelíes o con destino a puertos del régimen sionista, además de lanzar varios proyectiles hacia objetivos israelíes. Asimismo, ha aseverado que mantendrá estas medidas hasta que la entidad sionista ponga fin a su ofensiva, que ha matado hasta ahora cerca de 25 000 civiles en la franja palestina.
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