• Un vehículo destruido en la ciudad de Al-Hudaida, en el oeste de Yemen, 13 de octubre de 2016.
Publicada: viernes, 14 de octubre de 2016 10:31

El líder del movimiento popular yemení Ansarolá, Abdul-Malik al-Houthi, advierte de un plan de EE.UU. para atacar a la provincia occidental de Al-Hudaida.

En un discurso televisado que pronunció el jueves en ocasión del aniversario de la revolución del 14 de octubre de 1963 –fecha del levantamiento del Yemen del Sur contra el Gobierno colonial británico– declaró que Washington, al recurrir a medidas militares intenta imponer más presiones contra el pueblo yemení.

Sus declaraciones se producen en el mismo día que el Ejército de EE.UU. atacó tres sitios de radar ubicados en el área controlada por los combatientes de Ansarolá como una respuesta de represalia a dos fallidos asaltos de misiles yemeníes contra el destructor estadounidense USS Mason en el mar Rojo, cerca de las costas yemeníes.

La nación yemení va a defender su territorio, su libertad e independencia y ve como su derecho el uso de cualquier medio legítimo para contrarrestar agresiones salvajes”, aseveró Abdul-Malik al-Houthi, líder de Ansarolá.

Posteriormente, la página Web Saba News, citando a una fuente militar de Ansarolá, aseguró que dicho movimiento ni el Ejército yemení no atacaron a ningún buque de guerra de Estados Unidos.

Al-Houthi llamó al Ejército y los comités populares de Yemen a estar plenamente preparados y vigilados para repelar a los invasores.

“La nación yemení va a defender su territorio, su libertad e independencia y ve como su derecho el uso de cualquier medio legítimo para contrarrestar agresiones salvajes”, aseveró el líder de Ansarolá.

En otra parte de sus declaraciones, elogió la resistencia de los yemeníes ante las agresiones de Arabia Saudí. “El pueblo de Yemen ha creado otra epopeya histórica (en alusión al levantamiento de 1963) con su lucha contra los enemigos y agresores saudíes-estadounidenses”, apostilló.


El despliegue naval de EE.UU. en el mar Rojo no es de extrañar, teniendo en cuenta que el aventurismo de Arabia Saudí en Yemen, que comenzó con sus bombardeos en marzo de 2015 a fin de restaurar en el poder al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi —fiel aliado de Riad—, cuenta con el beneplácito y el apoyo de Washington.

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