El portavoz del Ejército de Yemen, el teniente general Yahya Sari, ha informado este lunes que las Fuerzas Armadas del país utilizaron nueve misiles y más de 20 aviones teledirigidos en la operación que dejó “350 agresores saudíes, emiratíes y sudaneses muertos y heridos”.
Cinco depósitos de armas y varios vehículos blindados y militares pertenecientes a los agresores fueron destruidos en la operación, de acuerdo con el vocero militar.
Sari ha añadido que varios radares y baterías del sistema antimisiles Patriot también fueron destruidos en los ataques con drones.
Además, ha señalado que las fuerzas yemeníes no se quedarán de brazos cruzados y responderán fuertemente a las agresiones y las violaciones de los enemigos.
Sari ha precisado que dicha operación fue una respuesta a los recientes ataques de Arabia Saudí y sus aliados contra los yemeníes en la provincia de Al-Hudayda (oeste).
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Esta masiva operación se produjo dos meses después de que el Ejército yemení, respaldado por el movimiento popular Ansarolá, capturara a más de 2000 soldados y mercenarios saudíes durante la operación “Victoria de Dios” conocida como la más grande llevada a cabo contra el territorio saudí.
Desde marzo de 2015, Arabia Saudí y sus aliados llevan a cabo una campaña de bombardeos contra Yemen para restaurar en el poder al fugitivo expresidente de este país, Abdu Rabu Mansur Hadi.
El Ejército yemení y Ansarolá han aumentado en los últimos meses sus ataques de represalia contra las infraestructuras vitales de Arabia Saudí para obligar al reino árabe a cesar su agresión.
El proyecto Datos sobre Localización y Acontecimientos de Conflictos Armados (Acled, por sus siglas en inglés) aseveró a finales de octubre pasado que la campaña militar de Riad y sus socios contra Yemen ha dejado más de 100 000 muertos en los últimos cuatro años y medio entre la población civil yemení.
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