• Hombre yemení busca supervivientes bajo los escombros causados por un bombardeo saudí contra Saná (capital), 25 de agosto de 2017.
Publicada: martes, 3 de octubre de 2017 8:16
Actualizada: miércoles, 4 de octubre de 2017 3:09

La Organización Internacional de las Migraciones (OIM) advirtió el lunes de ‘una calamidad humanitaria’ en Yemen, causada por la hambruna y el brote de cólera.

La advertencia fue lanzada por el director general de la OIM, William Lacy Swing, que se encuentra actualmente en la capital yemení, Saná, para abordar de cerca la situación del pueblo yemení.

Swing informó de que el 80 % de la población yemení, es decir, 21 millones de personas, necesita ayuda humanitaria de forma urgente debido a los bombardeos aéreos de Arabia Saudí y conflictos armados en las zonas urbanas.

A continuación, se hizo eco de la gravedad de la situación humanitaria entre una de las poblaciones más pobres del mundo: escasez de comida y agua potable para estos 21 millones de yemeníes, hundimiento de la sanidad básica y decenas de miles de migrantes.

“El recrudecimiento del conflicto armado está restringiendo la entrega de ayuda humanitaria, agravando la malnutrición y difundiendo enfermedades. El peor brote de cólera del mundo es parte de esta mezcla volátil y, por sorprendente que pueda parecer, se espera que un millón de yemeníes hayan contraído la enfermedad de cara a finales de año”, lamentó Swing.

El recrudecimiento del conflicto armado está restringiendo la entrega de ayuda humanitaria, agravando la malnutrición y difundiendo enfermedades. El peor brote de cólera del mundo es parte de esta mezcla volátil y, por sorprendente que pueda parecer, se espera que un millón de yemeníes hayan contraído la enfermedad de cara a finales de año”, advirtió el director general de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), William Lacy Swing.

Por ello, pidió a ambas partes del conflicto que no obstaculicen la llegada de la ayuda humanitaria a la nación yemení y reabran el aeropuerto de Saná. Insistió, asimismo, en que “el mundo tiene la obligación de ayudar al pueblo yemení”, que está sufriendo de un conflicto armado que no parece que “vaya a ser resuelto”.

“Para los yemeníes y los migrantes, el conflicto se ha convertido en una pesadilla sin fin”, ha señalado el director general de la Organización Internacional de las Migraciones, denunciando que el conflicto “ha dejado un rastro de devastación”.

La semana pasada, el portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas, Stephane Dujarric, cifró en más de 2100 los muertos a causa del brote de cólera y aludió a cerca de 740 000 casos sospechosos. Además, más de tres millones de niños menores de cinco años están en riesgo de malnutrición severa, agregó.

El 26 de marzo de 2015, Arabia Saudí y sus aliados regionales lanzaron una ofensiva militar contra Yemen con el visto bueno de EE.UU. y sin el permiso de las Naciones Unidas. Pretendían eliminar de la ecuación política al movimiento popular yemení Ansarolá (Hutíes) y respaldar al fugitivo expresidente yemení Abdu Rabu Mansur Hadi.

La agresión saudí ha dejado al menos 5159 civiles muertos hasta el momento, según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACDH).

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