Los cohetes, según fuentes castrenses yemeníes, apuntaron a las posiciones del Ejército saudí en Al-Hamamah, próxima al paso fronterizo de Alab en Dhahran y provocaron heridas a varios uniformados saudíes.
Las fuerzas de seguridad yemeníes emplearon el sistema de lanza cohetes Grad para bombardear una base militar que contenía autos blindados del Ejército saudí, provocando graves daños.
La cadena yemení Al-Masirah difundió el domingo un vídeo del cohete de Zilzal, con el que los yemeníes responden a la ofensiva saudí.
Por otra parte, el Ejército y las fuerzas del Movimiento Popular Ansarolá lograron incautar, en la misma jornada del jueves, numerosas armas a los militares saudíes en las zonas fronterizas, donde ambos Ejércitos están combatiendo.
“Estos armamentos fueron incautados en lugares de los que escaparon los soldados saudíes, antes de que nuestro Ejército llegara”, manifestó un comandante yemení bajo condición de anonimato.
El miércoles, decenas de civiles perdieron la vida en nuevos bombardeos saudíes, mientras el Ejército yemení y las fuerzas populares lanzaron misiles sobre las redes de comunicación de la base militar de Mazhaf, en el suroeste de Arabia Saudí.

En respuesta a las agresiones saudíes lanzadas desde el pasado 26 de marzo, Ansarolá y otras facciones políticas en Yemen acordaron la formación de un consejo militar para defender el país.
El régimen de Al Saud, pese a recurrir a todo tipo de medidas, incluido el uso de armas prohibidas en sus ataques a Yemen, nunca ha logrado ninguno de sus objetivos principales, es decir, restaurar en el poder al fugitivo expresidente Abdo Rabu Mansur Hadi, y eliminar al movimiento popular.
Las incursiones aéreas del régimen de Al Saud contra territorio yemení, que han recibido duras críticas regionales e internacionales, según denuncia la fundación estadounidense pro derechos humanos Freedom House, ha dejado unos 3979 civiles muertos y más de 6000 heridos.
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