Las plantas potabilizadoras de agua de Saná (capital) han cerrado y la actividad del transporte público y de las instituciones financieras se ha visto reducida”.
De acuerdo con la OCHA, la cifra ha aumentado a más del doble respecto a la estimación anterior de 150.000, que data del 17 de abril.
Esa oficina de la ONU denunció la catastrófica situación humanitaria en Yemen, donde la escasez del combustible y agua ha tenido graves consecuencias para los servicios públicos y el sector privado.
“Las plantas potabilizadoras de agua de Saná (capital) han cerrado y la actividad del transporte público y de las instituciones financieras se ha visto reducida”, agregó.

Además, lamentó que los civiles se conviertan en el blanco de los ataques y recordó que “todas las partes del conflicto están obligadas por el Derecho Internacional Humanitario a respetar y proteger a los civiles".
Por otro lado, al menos 64 personas murieron en la misma jornada del martes en los enfrentamientos entre los combatientes del movimiento popular Ansarolá y las fuerzas leales al expresidente fugitivo Abdu Rabu Masnur Hadi.
Los choques tuvieron lugar en diferentes partes del país árabe, incluidas las provincias de Marib (centro), Adén (sur) y Taiz (suroeste).
Hasta el momento, al menos 3512 personas han muerto y otras 6189 han resultado heridas en ataques saudíes, según un instituto pro derechos humanos en Yemen.
La intervención militar saudí, comenzada el pasado 26 de marzo, ha provocado caos y además de hacer retroceder unos cien años la situación económica y humanitaria de Yemen, ha ayudado a Al-Qaeda, enemigo de Ansarolá, a aumentar su presencia en el país más pobre del mundo árabe.
kaa/ktg/hnb