En un acto simbólico, los niños dieron voluntariamente sus dineros a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que este organismo no necesite la ayuda de Arabia Saudí y preste atención a la violencia de la coalición liderada por el reino árabe contra su país.
El 6 de junio, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, decidió retirar a Arabia Saudí y a su llamada coalición de la lista de “violadores de los derechos de los menores”. Riad había entrado en un principio, el día 2, en la lista negra de la ONU por las atrocidades que comete contra niños —torturas, asesinatos, mutilaciones, etc.— en su ofensiva contra Yemen.
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